Se trata de una pequeña borda en un parque protegido del pirineo aragonés. Cuando recibimos el encargo la construcción estaba en fase de estructura y cubierta de madera.
Nuestro trabajo consistió en el diseño y ejecución de todos los acabados interiores. Las puertas de la cocina son de tarima de roble maciza, así como el forro del techo, con inserciones de tiras de led en puntos estratégicos.
La escalera de hierro oxidado a base de chapa plegada flota sobre la pared de piedra del fondo. En los baños utilizamos baldosa de gran formato con terminación en piedra natural y la iluminación indirecta de la techumbre crea un ambiente muy acogedor.