El encargo de la reforma de esta conocida cafetería del centro de Zaragoza supuso un gran reto. La premisa era mantener la esencia del local. Para ello se mantuvieron elementos como el forrado de madera clásico de las paredes y la disposición de mesas, realizando sobre ellos actuaciones de restauración y pintura. El techo se diseñó realizando cajas que nos permitía llevar orden visual y esconder los difusores de climatización.
La zona de detrás de la barra, forrado de madera barnizada, y unas lámparas colgantes en las mesas hacían que el local mantuviera su esencia, pero tuviera un aspecto actual.
Tras un incendio en cocinas tuvimos que volver a actuar, pero esta vez la propiedad nos pidió hacer un cambio más profundo en la zona de público. Así pues, cambiamos el revestimiento de barra y de paredes con una tarima de madera barnizada y cambiamos las luces con tiras de led y proyectores regulables en intensidad para poder variar el ambiente del local según convenga.
Un asiento tapizado corrido cambió la disposición de mesas y asientos, que fueron diseñados y construídos a medida para este espacio.
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